Acabado

El Baúl de los Recuerdos en el partido ante el Bate de no-se-dónde:



El Mito Eterno parte con una ventaja de metros sobre el defensa que, en un sprint apañadito (ni mucho menos es el Bolt ese) acaba no sólo por recortarle la ventaja, sino superarle dejándole a una distancia superior a la que el Capitán, Oh, mi Capitán, tenía respecto a él en el momento de iniciar la carrera.

¿Por qué esta ruina futbolística sigue ocupando un puesto en el once titular de un equipo que, supuestamente, aspira a todo? ¿Es que Schuster no ve que Baúl González Blanco es un exjugador de fútbol? Pues lo más seguro es que sí, porque como no ha tenido más remedio que reconocer recientemente, el Baúl está donde está por "su historia" y que tiene un "bonus".

La última vez que un técnico obró de manera similar fue cuando Aragonés empaquetó el Baúl con destino al mundial de Alemania. Pese a una temporada digna de olvido y una larga lesión, decidió cargar con el muerto por ser "un jugador lo suficientemente importante, tanto dentro como fuera del terreno de juego" y por ser "especial". Craso error que no repitió la pasada Eurocopa con el resultado de todos conocido. ¿No, Schuster?

Llevando ese argumento al extremo, Baúl no sólo debería ser titular hasta que a Schuster se le quedara el mismo corte de pelo que a Calderón, y con el mismo tinte, (ya que el disco duro de la historia no puede borrarse podrá seguir siendo titular las cuatro décadas que viene, por lo que ha sido hasta hace cuatro años) sino que no existe razonamiento que impida que Don Alfredo o el señor Gento vuelvan a corretear por el césped del Bernabéu.

Así que, queridos yihadistas raulianos, ¿qué tal si ponemos un tope al número de temporadas de cuya renta pueda tirar el Pollo? Por ejemplo, ¿que tal si nos fijamos en las gestas del Profeta del Islaurrismo en los últimos partidos?

Once partidos lleva jugados el Real Madrid desde que el 27 de julio se enfrentó en Irding al Lask Linz, al que derrotó con cierta comodidad por 2-3. En el minuto 44 de aquel partido marcó el de los pulgares en la espalda, en un forzado remate de cabeza, el 1-2. Desde entonces no se le ha visto más, si exceptuamos el penaltito al Sporting en el Trofeo Bernabéu.

Yo creo que es poco bagaje para el capitán blanco, sobre todo ahora que juega en su puesto. Bueno, eso es lo que mantienen los técnicos, los que saben de esto. Llevan un año diciendo que juega en su verdadero puesto.

Un gol, otro de penalti y ningún pase de gol. Una estadística formidable. Y, sin embargo, no sale de ahí ni con agua caliente. Saviola ha jugado unos ratitos y, sin embargo, marcó un gol, también al Lask Linz, y dio a Robinho el gol del empate ante el Eintracht. Schuster fue incapaz de sacarle siquiera unos minutos ante el BATE. Seguramente estaría esperando el milagro de los panes y los peces.

Convendría recordarle al alemán que le hizo este verano el 2-1 al Hamburgo cuando cambió al capitán, que remontó (1-2) en Bogotá con uno menos cuando cambió al capitán, que le empató al Eintracht cuando cambió al capitán, que goleó al Valencia con dos menos cuando cambió al capitán. Esto no es opinión, sino estadística.

¿Es que no lo ve Schuster? ¿Acaso no sabe que para ganar es mejor jugar con once que con diez?. Pues bien, en Santander será otra vez titular, ya lo verán.

Jose Vicente Hernaez (diario Marca, 18/IX/2008)

Pues eso: no es una cuestión de opinión, sino de estadística.

En cualquier caso, todo esto es baladí. Esta tarde, frente al Racing, el Baúl será titular. Correrá menos que un cono de obra, pero él se lo merece. Su trayectoria, su Historia, su Leyenda, su Mito le aseguran una plaza en el once como los altos ejecutivos de una empresa -aunque estén practicamente jubilados- tienen asegurada plaza en el parking. Y aunque no toque ni un balón, siempre será necesario para animar:

(Por F.Redondo)