Que sí, que Baúl jugó ayer un partidazo digno de elogio. Marcó tres tantos y durante gran parte del encuentro fue el que llevó la manija del equipo, que sí. La prensa adicta se deshace en halagos al Capitán Bonobús destacando su pundonor, su garra, su coraje y todo eso, sí. No, me molesta; para nada. ¿Cómo va a molestarme si ayer el Pollo descabezado confirmó todo lo que se ha escrito en este blog desde hace un par de años?
El partidazo que firmó ayer el Cáncer confirma que Baúl es un jugador de Segunda División B. Contra equipos cuyos jugadores acuden a sus trabajos de alabñiles, vendedores o recogedores de basura en cuanto se cuelgan las botas, el Pollo se puede salir. Hombre, a lo mejor si no hubiera sido porque al guardameta del Irún le intimidó el ambiente igual no consigue el primer tanto, producto de la salida a por uvas del cancerbero visitante más que del cabezazo del Eterno Capitán. Pero le concederemos el beneficio de la duda. Baúl puede conseguir no uno, sino varios hat-tricks contra el Sangonera Atlético, el Villa de Santa Brígida o el Sestao River. ¿Veís como cuando digo que este tío ya no vale más que para jugar en segunda B estoy en lo cierto?
También se confirma que, para que el Pollo destaque, el equipo ha de ser poco más que una mierda. Pongamos que ayer, por ejemplo, hubiéramos podido alinear a Villa, a Huntelaar, a Cazorla o incluso a Cristiano Ronaldo, ¿creéis que el Pollo hubiera podido tomar tanto protagonismo? Sólo en un equipo que ha quedado reducido a sus escombros, que ya está al nivel de un Tercera División, puede destacar quién es un jugador para la Segunda B.
¿Alguien puede imaginar a un jugador como fue el Baúl de ayer en el Inter, la Juve, el Manchester o el Liverpool? Pues nosotros no sólo lo imaginamos, sino que lo tenemos y lo ensalzamos. Pongamos que el actual campeón de la Champions, el Manchester, cayera eliminado en su propio estadio, tras encajar tres chicharros después de otros tantos a domicilio, a manos del campeón de la liga albana, el KF Tirana. Cogemos el Sun, el Times o cualquier periódico británico y leemos "Pese a la derrota, tremenda la actuación de Solskjaer" o, al más puro estilo Lama "Qué pena que el Manchester no tenga once Solskjaer". Pensaríamos que los ingleses se han vuelto locos, ¿verdad?
Pues ni la mitad que el público del Bernabéu que ayer, con el equipo siendo vapuleado por los semiprofesionales del Irún, rindió una tremenda ovación al Baúl por pegarse un carrerón de cuarenta metros para sacar fuera un balón que había arrojado un recogepelotas y que impedía la reanudación del juego.
Fue en dos jugadas concretas donde el Baúl demostró la madera putrefacta de la que está hecho. La primera, en su tercer tanto, el que puso al Madrid, por breves instantes, en la siguiente ronda. Centro del Baúl al área, tremendo follón dentro de esta con el canterano Bueno -autor de un tanto como no marcará el Pollo en su vida- de por medio, y balón a las redes. No hubo dudas de si el canterano había desviado el balón antes de que entrara, porque el Capitán Bonobús se encargó bien rápido de eliminarlas cuando se apresuró a atribuirse el tanto (hombre, es que era su tanto número trescientos) haciendo gala de un egoísmo y un afán de protagonismo que provocaba asco. ¿Y éste es el espejo en el que han de mirarse canteranos como Bueno? ¡Valgame Dios! Las imágenes del Pollo llamando al resto de la plantilla para que fueran a abrazarle causan repugnancia. Y es que él no podía estar seguro de que ese balón había entrado limpiamente.
Pero comparado con lo que vino después, esa acción, lejos de una muestra de desmedido afán de protagonismo y ombliguismo crónico, podría muy bien ser una muestra de humildad y de ganas de pasar desapercibido. Tras el tercer tanto del Real Irún, en el último minuto del partido, una falta en el vértice del área se atisba como la última oportunidad. En vez de dejar que uno de nuestros especialistas -Van der Vaart, Sneijder- la botaran, como sería lo lógico y normal, el Pollo se hace con el esférico y dice que la tira él. ¡Él, que para contar los goles que ha marcado de falta directa en trece años hacen falta los dedos de la mano de Hommer Simpson y sobran la mitad! Sólo el halo de terror absoluto que rodea a este Robespierre de pacotilla (ni Rafael ni Sneijder, ni nadie, querrían sufrir el mismo destino que Ronaldo, Owen, Baptista o Robinho) explica que los dos holandeses le cedieran la oportunidad. ¿Qué tendría en la cabeza Baúl para desperdiciar de esa manera la que era nuestra última ocasión? Pues lo que tiene siempre: el, luego él, y por último, él. Y es que lo importante era igualar esos cuatro goles de Hiugaín, titular el pasado sábado en detrimento del Pollo, de los que tanto se ha estado hablando. Desde luego, si el balón llega a entrar el Pollo saldría a hombros del Estadio, e Higuaín podría ir preparando las maletas porque no volvería a ser titular nunca.
El balón, naturalmente, acabó estrellándose en la barrera, cuyos componentes saltaron para recibir el impacto a la altura de los testículos, lo que da una idea de lo bien que iba ese lanzamiento. No importa, la ocasión merecía la pena. El premio a que ese balón besara las redes iba mucho más allá de una vulgar clasificación copera, suponía un nuevo hito en la Leyenda de la LEYENDA, y eso es lo único que importa hoy día en este cadaver moribundo por la metástasis que otrora fue el Real Madrid.
El partidazo que firmó ayer el Cáncer confirma que Baúl es un jugador de Segunda División B. Contra equipos cuyos jugadores acuden a sus trabajos de alabñiles, vendedores o recogedores de basura en cuanto se cuelgan las botas, el Pollo se puede salir. Hombre, a lo mejor si no hubiera sido porque al guardameta del Irún le intimidó el ambiente igual no consigue el primer tanto, producto de la salida a por uvas del cancerbero visitante más que del cabezazo del Eterno Capitán. Pero le concederemos el beneficio de la duda. Baúl puede conseguir no uno, sino varios hat-tricks contra el Sangonera Atlético, el Villa de Santa Brígida o el Sestao River. ¿Veís como cuando digo que este tío ya no vale más que para jugar en segunda B estoy en lo cierto?
También se confirma que, para que el Pollo destaque, el equipo ha de ser poco más que una mierda. Pongamos que ayer, por ejemplo, hubiéramos podido alinear a Villa, a Huntelaar, a Cazorla o incluso a Cristiano Ronaldo, ¿creéis que el Pollo hubiera podido tomar tanto protagonismo? Sólo en un equipo que ha quedado reducido a sus escombros, que ya está al nivel de un Tercera División, puede destacar quién es un jugador para la Segunda B.
¿Alguien puede imaginar a un jugador como fue el Baúl de ayer en el Inter, la Juve, el Manchester o el Liverpool? Pues nosotros no sólo lo imaginamos, sino que lo tenemos y lo ensalzamos. Pongamos que el actual campeón de la Champions, el Manchester, cayera eliminado en su propio estadio, tras encajar tres chicharros después de otros tantos a domicilio, a manos del campeón de la liga albana, el KF Tirana. Cogemos el Sun, el Times o cualquier periódico británico y leemos "Pese a la derrota, tremenda la actuación de Solskjaer" o, al más puro estilo Lama "Qué pena que el Manchester no tenga once Solskjaer". Pensaríamos que los ingleses se han vuelto locos, ¿verdad?
Pues ni la mitad que el público del Bernabéu que ayer, con el equipo siendo vapuleado por los semiprofesionales del Irún, rindió una tremenda ovación al Baúl por pegarse un carrerón de cuarenta metros para sacar fuera un balón que había arrojado un recogepelotas y que impedía la reanudación del juego.
Fue en dos jugadas concretas donde el Baúl demostró la madera putrefacta de la que está hecho. La primera, en su tercer tanto, el que puso al Madrid, por breves instantes, en la siguiente ronda. Centro del Baúl al área, tremendo follón dentro de esta con el canterano Bueno -autor de un tanto como no marcará el Pollo en su vida- de por medio, y balón a las redes. No hubo dudas de si el canterano había desviado el balón antes de que entrara, porque el Capitán Bonobús se encargó bien rápido de eliminarlas cuando se apresuró a atribuirse el tanto (hombre, es que era su tanto número trescientos) haciendo gala de un egoísmo y un afán de protagonismo que provocaba asco. ¿Y éste es el espejo en el que han de mirarse canteranos como Bueno? ¡Valgame Dios! Las imágenes del Pollo llamando al resto de la plantilla para que fueran a abrazarle causan repugnancia. Y es que él no podía estar seguro de que ese balón había entrado limpiamente.
Pero comparado con lo que vino después, esa acción, lejos de una muestra de desmedido afán de protagonismo y ombliguismo crónico, podría muy bien ser una muestra de humildad y de ganas de pasar desapercibido. Tras el tercer tanto del Real Irún, en el último minuto del partido, una falta en el vértice del área se atisba como la última oportunidad. En vez de dejar que uno de nuestros especialistas -Van der Vaart, Sneijder- la botaran, como sería lo lógico y normal, el Pollo se hace con el esférico y dice que la tira él. ¡Él, que para contar los goles que ha marcado de falta directa en trece años hacen falta los dedos de la mano de Hommer Simpson y sobran la mitad! Sólo el halo de terror absoluto que rodea a este Robespierre de pacotilla (ni Rafael ni Sneijder, ni nadie, querrían sufrir el mismo destino que Ronaldo, Owen, Baptista o Robinho) explica que los dos holandeses le cedieran la oportunidad. ¿Qué tendría en la cabeza Baúl para desperdiciar de esa manera la que era nuestra última ocasión? Pues lo que tiene siempre: el, luego él, y por último, él. Y es que lo importante era igualar esos cuatro goles de Hiugaín, titular el pasado sábado en detrimento del Pollo, de los que tanto se ha estado hablando. Desde luego, si el balón llega a entrar el Pollo saldría a hombros del Estadio, e Higuaín podría ir preparando las maletas porque no volvería a ser titular nunca.
El balón, naturalmente, acabó estrellándose en la barrera, cuyos componentes saltaron para recibir el impacto a la altura de los testículos, lo que da una idea de lo bien que iba ese lanzamiento. No importa, la ocasión merecía la pena. El premio a que ese balón besara las redes iba mucho más allá de una vulgar clasificación copera, suponía un nuevo hito en la Leyenda de la LEYENDA, y eso es lo único que importa hoy día en este cadaver moribundo por la metástasis que otrora fue el Real Madrid.
3 comentarios:
Se puede decir más alto pero no más claro. Te felicito por el post y por el blog, en internet abunda el lameculismo total al mediocre Baúl que nos ha caído en gracia.
Hace falta una limpieza total en el club, empezando por la plantilla (Baúl, Salgado, Guti, etc.), por el cuerpo técnico y terminando por los órganos directivos del señor Gominas y el oscuro Calderón.
¿¿Hasta cuándo tendremos que padecer esta insultante mediocridad y esta nefasta gestión del Real Madrid?? ¿¿De verdad alguien piensa realmente que Raúl debe ser titular en el equipo??
Muy bueno el artículo.
Pero por cierto, el 4º gol del Madrid lo mete Bueno digan lo que digan, ahí están los vídeos y se ve como la desvía lo justo. También se ve como al ir a celebrarlo ve que Raúl se le ha adelantado... Y le toca bajar la cabeza e ir a abrazar al capitán...
Otra joven estrella que se irá al Getafe para tener alguna oportunidad, aunque tiene el mismo manager que Baúl, así que nunca se sabe.
Muy buena una frase que escuché en la radio el otro dia:
Si MATAs a los BUENOs, lo tenemos NEGREDO.
Dadle lo suyo. No cejéis. Aunque os queda poco porque al Mito cada vez le quedan menos objetivos y en breve reparará en vosotros y ya sabéis que nadie sobrevive a estar en la lista negra del maligno.
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