Ayer debutaron al alimón los dos fichajes realizados para reforzar el equipo con vistas a la Champions y de los que sólo uno podrá ser inscrito. Me encanta esta frase. La he leído unas cuatro veces antes de seguir porque me hace creer que estamos a 28 de diciembre, en la plenitud de las festividades navideñas -tan emotivas ellas- y no en su agonía final. A mí siempre la cabalgata de Reyes me ha recordado un cortejo funerario: se acabó lo bueno. Pero es que suena de coña: fichamos dos y sólo podemos jugar con uno. Es flipante.
Y va a ser Diarrá bis. Teniendo en cuenta que al Capitán Tan y los cuatro que le ríen las gracias en el vestuario -es decir, lo que Marca llama "la plantilla"- lo prefieren, y visto lo de ayer, el francés es la mejor opción. Claro que al bueno de Huntelaar, segundo jugador que más goles consiguió la pasada temporada en todo el mundo mundial según una estadística que he visto por ahí, tampoco es que se le viera mucho. Sí, acaba de salir de una lesión; eso lo sabe todo el mundo. Pero digo yo, si preguntas más allá de los Pirineos cuál es la posición de Huntelaar, ¿que te dirían? Pues delantero. ¿Y que tipo de delantero? Pues delantero centro. Y me temo que esa respuesta te la darían también en la Castellana. ¡Qué diantres!: te lo dirían en cualquier lugar del planeta excepto aquél en que se halla el banquillo del técnico merengue.
Porque resulta que ayer Huntelaar jugó como segundo delantero, es decir, una posición que no es la suya y en el día en que tenía que bautizarse como madridista ante toda la parroquia. Ahí es nada. ¿Y quién ocupó la posición que, según el común de los mortales, es la del holandes? Pues sí, muy bien. Otro perrito piloto para el caballero. Pero conste que era fácil. Estaría bueno que el siete de España estuviera por detrás del recién llegado y encima le cediera a él la parcela que ocupa el goleador del equipo. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Pese a todo, el nueve puro que ha resultado ser el Baúl acabó el primer tiempo con sólo dos intervenciones: un centro desde el medio campo del Villarreal que no pilló porque se resbaló en el área, sin jugador alguno que pudiera estorbarle para rematar,y un disparo a media vuelta aprovechando un fallo de Huntelaar que envió por encima del larguero. Queda otra, un centro medido de Sneijder que el Pollo clueco no fue capaz de alcanzar pese a extender la pata todo lo que su anatomía le permitió, pero me entra la risa cuando me acuerdo y quiero estar serio.
Así que a Huntelaar le espera el mismo destino que a otros que han pasado antes que él como Owen, Baptista, Robinho y tantos. No, el tampoco nos va a librar del Pollo, señores. Y a poco que se descuide le van a intentar reconvertir en extremo para asistir a quién está más acabado que el twist y se cargan su carrera. Y mientras quién marcó casi un gol por partido la pasada campaña tenía que bregar en la banda, el héroe del madridismo irredento realizaba, en la posición de goleador del equipo, un atentado a ese deporte que inventaran los ingleses hace más de siglo y medio. Rondando de aquí a allá, acechando a cualquier balón que pudiera ratonear para aumentar su estadística, parasitando al resto del equipo para aprovecharse de su trabajo, Baúl volvió a demostrar la madera de la que está hecho. Gracias a Dios Robben marcó un golazo que ha ocupado portadas, porque de lo contrario tendríamos ríos de tinta hablando de lo bien que lo hizo "el que nunca se rinde". Lo único bueno de ayer es que me parece que los holandeses, al igual que hicieran estando Van Nistelrooy, están optando por puentear al Pollo Loco. Es decir, vérselas ellos con el rival e ignorar al Mito, siquiera para que no les estorbe. Asombroso el partido de Sneijder, que estuvo en todas partes aunque para los periodistas no corra, y de Robben, quién jamás busca a su capitán para jugar la pelota. Mira, al menos Baúl ha conseguido darle la tortilla a la situación que dibujaba la emigración de hace cuarenta años: ¡ahora son los del norte los que vienen a trabajar para nosotros!
Como sucediera ante el Valencia, el Madrid acabó sufriendo apuros. Por lo visto es debido a la escasa preparación física. Me lo creo. Pero creo que algo tendrán que ver los cambios realizados por Juande. Diarra, cansado como un perro -aunque aquí el único que corre es el Baúl, no olvidemos eso- dejó su puesto a Van der Vaart. Naturalmente, esto quitó fuerza a nuestro centro del campo, pues el negro es mucho negro pese a que la señora de Rafael esté como Dios. Si la cosa hubiera quedado ahí, con el marido de Sylvie haciendo de Diarra, pues tampoco habría sido tan grave. El problema es que Rafa se situó de delantero centro, cayendo el Pollo hacia banda. Por lo visto, una vez que Huntelaar se había retirado el niño no tenía ganas de jugar ahí, que es donde tenía que haber estado desde el principio ya que no queda otra que aguantarle. Por supuesto, su rendimiento fue aún más nulo de lo que había sido.
Y va a ser Diarrá bis. Teniendo en cuenta que al Capitán Tan y los cuatro que le ríen las gracias en el vestuario -es decir, lo que Marca llama "la plantilla"- lo prefieren, y visto lo de ayer, el francés es la mejor opción. Claro que al bueno de Huntelaar, segundo jugador que más goles consiguió la pasada temporada en todo el mundo mundial según una estadística que he visto por ahí, tampoco es que se le viera mucho. Sí, acaba de salir de una lesión; eso lo sabe todo el mundo. Pero digo yo, si preguntas más allá de los Pirineos cuál es la posición de Huntelaar, ¿que te dirían? Pues delantero. ¿Y que tipo de delantero? Pues delantero centro. Y me temo que esa respuesta te la darían también en la Castellana. ¡Qué diantres!: te lo dirían en cualquier lugar del planeta excepto aquél en que se halla el banquillo del técnico merengue.
Porque resulta que ayer Huntelaar jugó como segundo delantero, es decir, una posición que no es la suya y en el día en que tenía que bautizarse como madridista ante toda la parroquia. Ahí es nada. ¿Y quién ocupó la posición que, según el común de los mortales, es la del holandes? Pues sí, muy bien. Otro perrito piloto para el caballero. Pero conste que era fácil. Estaría bueno que el siete de España estuviera por detrás del recién llegado y encima le cediera a él la parcela que ocupa el goleador del equipo. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Pese a todo, el nueve puro que ha resultado ser el Baúl acabó el primer tiempo con sólo dos intervenciones: un centro desde el medio campo del Villarreal que no pilló porque se resbaló en el área, sin jugador alguno que pudiera estorbarle para rematar,y un disparo a media vuelta aprovechando un fallo de Huntelaar que envió por encima del larguero. Queda otra, un centro medido de Sneijder que el Pollo clueco no fue capaz de alcanzar pese a extender la pata todo lo que su anatomía le permitió, pero me entra la risa cuando me acuerdo y quiero estar serio.
De esta guisa -¡a lo Zidane!- cazó Huntelaar un balón bombeado que le venía desde atrás y que cayó muerto a sus piés para continuar con él su carrera hasta la portería enemiga. El Bernabéu, anonadado, constató que se puede controlar un pase como ese y que lo normal no es que te de en la chepa o en el cogote cubierto por un cabello mugriento y graso porque no puedes dejar de correr.
Así que a Huntelaar le espera el mismo destino que a otros que han pasado antes que él como Owen, Baptista, Robinho y tantos. No, el tampoco nos va a librar del Pollo, señores. Y a poco que se descuide le van a intentar reconvertir en extremo para asistir a quién está más acabado que el twist y se cargan su carrera. Y mientras quién marcó casi un gol por partido la pasada campaña tenía que bregar en la banda, el héroe del madridismo irredento realizaba, en la posición de goleador del equipo, un atentado a ese deporte que inventaran los ingleses hace más de siglo y medio. Rondando de aquí a allá, acechando a cualquier balón que pudiera ratonear para aumentar su estadística, parasitando al resto del equipo para aprovecharse de su trabajo, Baúl volvió a demostrar la madera de la que está hecho. Gracias a Dios Robben marcó un golazo que ha ocupado portadas, porque de lo contrario tendríamos ríos de tinta hablando de lo bien que lo hizo "el que nunca se rinde". Lo único bueno de ayer es que me parece que los holandeses, al igual que hicieran estando Van Nistelrooy, están optando por puentear al Pollo Loco. Es decir, vérselas ellos con el rival e ignorar al Mito, siquiera para que no les estorbe. Asombroso el partido de Sneijder, que estuvo en todas partes aunque para los periodistas no corra, y de Robben, quién jamás busca a su capitán para jugar la pelota. Mira, al menos Baúl ha conseguido darle la tortilla a la situación que dibujaba la emigración de hace cuarenta años: ¡ahora son los del norte los que vienen a trabajar para nosotros!
Este blog sortea una pleisteision cuatro entre todos los que nos envíen una foto del Mito golpeando el balón con este estilo. Envia "tuloflipas" al 5555 con la susodicha y participa en el sorteo. El ganador podrá disfrutar de su premio en Alcalá Meco, a donde será enviado después de la pertinente denuncia por intentar falsificar este concurso mediante una imagen claramente manipulada por fotochop.
Como sucediera ante el Valencia, el Madrid acabó sufriendo apuros. Por lo visto es debido a la escasa preparación física. Me lo creo. Pero creo que algo tendrán que ver los cambios realizados por Juande. Diarra, cansado como un perro -aunque aquí el único que corre es el Baúl, no olvidemos eso- dejó su puesto a Van der Vaart. Naturalmente, esto quitó fuerza a nuestro centro del campo, pues el negro es mucho negro pese a que la señora de Rafael esté como Dios. Si la cosa hubiera quedado ahí, con el marido de Sylvie haciendo de Diarra, pues tampoco habría sido tan grave. El problema es que Rafa se situó de delantero centro, cayendo el Pollo hacia banda. Por lo visto, una vez que Huntelaar se había retirado el niño no tenía ganas de jugar ahí, que es donde tenía que haber estado desde el principio ya que no queda otra que aguantarle. Por supuesto, su rendimiento fue aún más nulo de lo que había sido.
2 comentarios:
Sois grandes! blancos, pero grandes! el mundo necesitaba una cruzada como la vuestra. AntiYihadista siempre.
Vais directos a los enlaces de mi blog, La Elástica
Un abrazo y felices fiestas
El cáncer no sólo esta haciendo daño a los seguidores madridistas, sino también a los amantes del buen fútbol.
Es sabido por todos que el Inepto siempre ha jugado de delantero de segunda línea. Lo mejor que le puede pasar al Real Madrid es que alguien haga una colecta para conseguir que un jugador rival, Dios no lo quiera, lo "invite" a tomarse unos meses alejado de los terrenos de juego.
Por último, no entiendo como la prensa de la Capital del Reino está empeñada últimamente en buscarle una salida a Van der Vaart. Es un jugador muy útil para cualquier equipo de primerísimo nivel.
Publicar un comentario