sábado, enero 31, 2009

Ojala el Baúl marque hoy

Desde luego es el campo ideal. De un equipo pequeño -pero que los tiene bien puestos, eso sí-, en un campo de segunda y posiblemente nevado o con el césped helado. Partido de arreones, de choque, de fútbol feo (aún más del que nos tiene acostumbrados este Madrid, si eso es posible), de caídas. De condiciones que auguran un partido vulgar, digno de ser olvidado. Partido Baulista o Bauliano por excelencia. A ver si la empuja, porque estoy hasta los nenúfares de que día tras día nos recuerden lo cerca que está de alcanzar a don Alfredo Di Stéfano como máximo goleador de la Historia del Madrid. Igual cuando lo haya conseguido nos darán la tabarra con "a por un gol más que Di Stéfano", "a superar en dos el antiguo récord", "a por el tercero" hasta el final de temporada, pero lo dudo: esto acaba asqueando a cualquiera por muy fanático que sea del de los pulgares a la espalda.

Alfredo Di Stéfano demuestra lo primitivo que era aquél fútbol que se jugaba por entonces: en vez de quedarse por ahí para empujarla, intentaba remates así de raros.

Hoy el diario AS publica una entrevista con don Alfredo Di Stéfano por la inminente caída de su récord. No se moja el legendario jugador con el Pollo: la entrevista está repleta de respuestas políticamente correctas del tipo "me alegro por el chaval, es un chico fenomenal, que siempre ha dado la cara por el club" y similares. Sin embargo, hay dos perlas que no deben pasar desapercibidas para nadie.

La primera, cuando le recuerdan que el Pollo está a un gol de igualar su récord:

Lo que le quería decir es que yo cuando jugaba nunca pensaba en mi récord individual de goles. Si hubiera pensado en ser el máximo goleador de la historia hubiera jugado de otra manera. Yo jugaba para el Real Madrid, no para mí. El delantero centro de cualquier equipo y el del Real Madrid más, está obligado a hacer goles, pero yo nunca iba con la vendetta de querer marcar más que nadie.
Más claro, el agua. Di Stéfano no habría sido el mismo grandísimo jugador que fue si hubiera pensado en su beneficio personal y en sus egoístas récords. El Baúl está a un mundo de este mito -el hispano argentino sí que lo es- y nunca ha sido un jugador que despuntase por su calidad, pero quizás su decadencia no habría sido tal si no hubiera confundido el hecho de convertirse en Capitán con el de pasar a ser amo y dueño del club. Por otro lado, cuando La Saeta dice eso de "yo jugaba para el Real Madrid" lo dirá por algo, ¿no? Cualquiera que vea un partido del Madrid sabe que el Baúl entiende que el equipo está construído para él. Basta con ver cómo celebra los goles ajenos y cómo celebra los propios. Hombre, siempre se celebran más los propios, pero hay un término medio. La cara de Baúl cuando le toca abrazar a quién ha anotado es la misma que cualquiera de nosotros llevaría al funeral de su padre. Una cara de "vendetta".

Di Stéfano rematando... ¡desde fuera del área! Qué barbaridad. Menos mal que ahora un delantero puede sumar goles sin necesidad de hacer estas brutalidades que pueden acarrear facilmente una lesión.

Lo del remarcar el ser jugador de equipo también tiene un matiz importante, y es que en ese equipo había jugadores como Puskas con los que tenía que disputarse lo de marcar goles. ¿Quién le ha disputado al Pollo la parcela goleadora en el Real Madrid durante los últimos tiempos? Nadie. Si acaso Van Nistlerooy, en cuyos últimos partidos hemos visto desplazado hacia la banda, como tantos otros, para dejarle el puesto de goleador a ÉL. Robinho, Ronaldo, Owen... a todos se los ha quitado de encima de una u otra manera. El último caso, el de Huntelaar, segundo mejor goleador mundial que ahora calienta banquillo para aparecer, de vez en cuando, intentando correr la banda y centrar para que ÉL pueda empujarla. ¿Habría marcado más goles don Alfredo si Puskas, que llegó gordo como una vaca, hubiera sufrido el mismo destino que todos aquellos a quiénes Baúl ha terminado por echar del Madrid para quedarse solito ahí arriba, sin competencia alguna. Seguro que sí.

Y para los amantes de la numerología, las matemáticas y estadísticas, aquí va esto:

Él ha jugado muchos más encuentros porque ahora se juega más. Hay más equipos en la Liga, la Champions la juega hasta el cuarto y hay una liguilla antes de las eliminatorias como las de antes. Por porcentaje goles-partidos le gano por robo... Además no se cuentan los goles que marqué con River, Huracán y Millonarios. Yo llegué al Madrid con muchos goles marcados..

Hace bien Di Stéfano en recordar ese punto, la necesidad de tener en cuenta el promedio más que el total, forma mucho más justa de valorar lo conseguido por un jugador. Y sí, se debería tener en cuenta los goles conseguidos por el Genio en su etapa en River, Huracán o Millonarios, que no fueron pocos. Es más, Di Stéfano llegó aquí con veintisiete años, ¿por qué no se le contabilizan al pollo los goles conseguidos a partir de esa edad?

Di Stéfano, en una prueba de su falta de ambición, su conformismo y su falta de hambre de récords goleadores, abraza a "Pancho" Puskas en vez de maquinar para echarle del club y quitarse de encima a un competidor.

A ver si se acaba este onanísmo masivo y público en torno a los goles sumados por el Pollo en cien mil millones de partidos y nos dejan seguir con la Liga, más que nada para que a la mayoría que nos preocupa lo que haga el equipo nos dejen de marear la cabeza con esta gilipollez.

domingo, enero 25, 2009

Encuentre las diferencias

La imagen de la izquierda (oséase, la "A") muestra la celebración del tercer gol frente al Osasuna; la de la derecha (sí, la "B") es la del tanto que hoy ha significado la victoria frente al Deporculo.

¿A que acojona?

En la "A", acojona el careto del Capitán por no ser ÉL quién consiguiera el tanto. Y es que ÉL está deseando igualar, y luego superar, el total de goles que consiguiera Di Stéfano. Resulta que ÉL estuvo pidiendo el balón mientras Robben se dedicaba a gambetear para culminar la jugada disparando a puerta y firmar un bonito gol sin que, en momento alguno, se fijara en que ÉL estaba en el punto de penalti para ser ÉL quién empujara el balón a puerta (o, seguramente, lo enviara a la estación espacial).

En la "B" como es ÉL quién se ha anotado el tanto es todo alegría y jolgorio. ÉL lo ha anotado con su inigualable estilo, es decir, racaneando el esfuerzo de un compañero, pero para eso están los otros, para que ÉL consiga poner en pie a los comedores de pipas del Bernabéu. Lanzamiento a puerta de Lass Diarrá que podría haber supuesto el primer tanto del francés con la elástica merengue. Afortunadamente ahí estaba ÉL para tocarla con la oreja. Un pequeño roce, casi imperceptible, pero suficiente para que ÉL se anote el tanto. Que no haya duda, porque ÉL se ocupa de apuntarse el tanto antes que surja la duda. Y, por si hubiera duda, se señala la parte de la anatomía responsable de que a día de hoy ÉL esté a un gol de Alfredo Di Stéfano. No ha sido con el pie derecho, ni con el izquierdo, ni con la cabeza, ni siquiera con la mano, la espalda o el culo, sino con la oreja. No le veremos hace una chilena, quiénes le han visto marcar con una de sus "cucharas" ya han fallecido de viejos, pero lo que hace ÉL no lo hace nadie. Una mierda de gol, conseguido escamoteando un disparo de otro, vale más que el de Robben si lo marca ÉL. La alegría está justificada.

Si la cosa hubiera sido al revés, es decir, si Diarrá hubiera arañado con la oreja un disparo a puerta del mito desde fuera del área (ja, ja, ja, ja... ¡ostras, qué cosas se me ocurren! ÉL tirando entre los tres palos desde lejos) la alegría no hubiera sido la misma por mucho que se consiguieran los tres puntos. ¿Habría dejado ÉL que Lass se apuntara el tanto? Viendo lo que tardó en apuntarse el tanto frente al todopoderoso Irún que pasó junto a Bueno, es poco creíble. En ese hipotético caso, antes de que Lass siquiera levantara los brazos, ÉL ya estaría recorriendo la banda apuntando con sus pulgares a la chepa.

Ahora tendría que poner la cara que ÉL tenía cuando fue sustituído mediada la segunda parte, pero es demasiado terrorífica y hay niños que leen este blog.

Hoy, a por el récord.

Y no, no me refiero a eso de igualar el número de goles de don Alfredo (con unos trescientos partidos más o así):

Méritos y halagos a ReydeEuropa.

Por los puñeteros dos goles que le faltan le tendremos correteando por el césped noventa minutos, quizás los últimos treinta con el delantero centro holandés intentando servirle balones desde la banda. Pero ÉL se lo merece.

De seguir así las cosas, Huntelaar será la nueva pieza que se cobre este cazador de delanteros. Al menos a Robinho (hoy triunfando en Inglaterra y el Chelsea loco por sus huesos) y a Baptista (goleando con la Roma en el país transalpino) les dejaron jugar, siquiera una vez, en su posición.

El resultado, claro está, es lo de menos. Con tal de que el Pollo consiga los dos dichosos goles más de uno firmaría un 2-9 y similares.

domingo, enero 18, 2009

¿El peor partido de Baúl?

Cinco de la tarde. Se inicia el acto sagrado en el también sagrado -aunque por otros motivos- estadio Santiago Bernabéu. Hoy se producirá el milagro de la transustanciación, mediante el cual Raúl González Blanco, antiguo jugador madridista y a día de hoy nadie sabe bien qué cosa, se transmutará de simple Mito a leyenda inmortal. Hoy es el día en el que igualará los goles anotados por Don Alfredo Di Stéfano con la zamarra madridista. Levitando por encima de una masa de enfebrecidos fieles, accederá al sacrosanto olimpo de los dioses de eso de darle patadas al cuero. Nada más importa. ¿Calderón? ¿Y ese quién es? Pues uno que pudiendo estar presente en el palco este glorioso día, no lo va a estar. Ah, un desgraciado entonces. Exactamente.

La muchedumbre penetra al lugar del santo oficio al recinto deportivo, cuyas cuatro torres se han transformado en alminares desde los que los almuecines del AS, de El Mundo, de la Cutre y de la web oficial han lanzado el llamamiento durante la semana. Los hados -no podía ser de otra manera- se han conjugado: el rival, el último de la tabla. Si fuera el octavo, el noveno o incluso el décimo, los herejes podrían dudar de que el Mito lo tuviera difícil para ponerse a la altura de la Saeta. Pero no, a estos es fácil clavarles la parejita.

Al resto de los madridistas nos temblan las piernas.

Siete de la tarde. ¡No ha podido ser! Qué pena, penita, pena. Pero, ¡no pasa nada! El destino está con nosotros. El próximo partido será contra el Deportivo de la Coruña, quién acaba de recibir una manita del far$alona. ¡Ese será el momento! Los caminos de Dios son inescrutables, y los de Raúl González Blanco, que mira a éste por encima del hombro, más. La apoteosis tendrá que esperar. Al menos, nos ha regalado una de esas jugadas por las que pasará a la Historia: faltaban pocos minutos para el pitido final, el Osasuna perdía por dos tantos a uno obra y gracia del colegiado Pérez Burrul, que ofició de maestro durante la ceremonia y allanó el camino del éxtasis no sancionando dos penaltis sobre Juanfra y encima mostrándole dos amarillas en ambas jugadas que acabaron con el jugador en las duchas antes de tiempo, ejerciendo como chivo expiatorio pues él fue uno de los que osó usurpar el puesto del ídolo. En ese momento, Raúl González Blanco puso otro grano a la montaña que ya es su Odisea como jugador merengue cuando peleó un balón a los contrarios, logrando hacerse con el esférico pateando desde el suelo. El Bernabéu prorrumpió en aplausos.

El resto del Madridismo asistía estupefacto al evento, pensando si ese podría haber sido el peor partido de Baúl.

Para mi lo fue. Sin duda. Es decir, han visto al Baúl no hacer nada durante noventa minutos, ¿a que sí? Pues esta vez hizo menos. Decidí apuntar las jugadas del Pollo para desglosarlas. No por nada, es que siempre pienso eso cuando voy a ver un partido del Madrid. Al final, como siempre, cuando se llevaban veinte minutos y el Pollo no aparecía, lo dejé de puro aburrimiento. Me centré en el resto de los jugadores. Esa pasada de revoluciones de gente como Huntelaar y, sobre todo, Higuaín, ¿es normal? Parece que quieren demostrar todo en cada jugada a sabiendas de que jugar ahí arriba está muy crudo. Olvidan así que el camino más rápido es la línea recta y se pierden en florituras.

¿Cual es nuestro sistema de juego? No tengo ni idea. No soy un experto en fútbol pero al menos, en otros equipos, se distinguir donde juega cada uno. En el Madrid no lo sé. Bueno, no lo sabía; hoy sí: nuestro sistema de juego es aquél que permita que el Pollo se tire 90 minutos en el césped sin que se note mucho su decrepitud. Por ejemplo, en el primer tiempo jugamos sin delantero centro. Es que esa era la oposición del Baúl, ¿saben? Y este se dedicaba a estorbar a propios y extraños en el centro del campo y luego, cuando Robben o Higuaín subían al ataque, corría y corría para no llegar jamás.

En el segundo tiempo Juande hizo cambios. Sacó a Sneijder, supongo que por no ser capaz de regatear al estorbo de los 500 goles, o partidos, o lo que sea, y le dio minutos a Rafael Van der Vaart, y a Huntelaar por... Cannavaro. Íbamos perdiendo y necesitábamos gol, así que es normal que sacara a un nueve puro. Pues quién ocupó esa plaza fue el Baúl. Como lo oyen. No encuentro explicación a esto. Si se había tirado todo el primer tiempo en el centro del campo, ¿por qué no siguió y dejó que otro más cualificado realizara esa labor? ¿Qué más le daba si sólo tenía que seguir como hasta entonces? La respuesta es muy simple: quería marcar sus golitos, los que le iban a igualar a Di Stéfano, estaría bueno que marcara el holandés y no él. Además, de esa manera le impide marcar, que como siga la sequía y el otro se ponga a hacer lo que hacía en los Países Bajos...

Y si alguien todavía duda que el Pollo piensa en él, luego en él y por último en él, ahí va otro detalle: durante la segunda parte, el equipo se rompió. Seis defendían y cuatro se quedaban arriba, lo que era una manera de suicidarse bastante poco sutíl. ¿Por qué entonces no bajaba Baúl a "ayudar" tal y como había hecho en la primera parte? Pues por lo que se cuenta ahí arriba, porque aunque se iba ganando ÉL tenía que marcar delante de la parroquia. Una cosa es que en las entrevistas diga que lo importante es el equipo, bla, bla, bla, que vamos a remontar, bla, ble, bli y todo eso; lo que cualquiera ve es que este tío hubiera firmado un 3-4 si incluían un hack-trick suyo. Con tal de salir a hombros, nos hunde en la mierda. Y no dudo que muchos lo sacarían.

Si acaso pudo haber conseguido uno. Con su inigualable estilo, a punto de acabar el partido y el Osasuna derrotado por Pérez Burrull, Robben se monta uno de sus jugadones por banda izquierda. Avanza por el área. Regatea. Y a todo esto el Pollo en el punto de penalti, haciendo señas, para que le pase el pelotón y sólo tenga que empujarla. ¡Es su momento! Ahora sí que se va a poner el estadio en pie... pero va el hijo de holandesa y, en plan Juan Palomo, lanza a portería y se apunta el tercero, el que debería haber sido para el Capitán.


La cara es el espejo del alma, amiguitos; y ahí tenéis la del Pollo tras esa jugada. Eso sí que es un capitán, ese es un tío que sólo piensa en el bien del equipo y que se alegra de ver a sus compañeros llevarse las palmas -del publico, cuando marca; cuando no marcan, las que se llevan son las del capitán-, ese es el rostro de quién piensa que se deben al socio, auténtico propietario del club y que se supone ha de alegrarse del bonito tanto. Esa es la jeta.

Qué jeta, señores.

miércoles, enero 14, 2009

¿Dónde andará?

¿Dónde está?

¿Dónde está ese símbolo viviente de las esencias del Madridismo, ese heredero de Di Stéfano, ese emblema de la entidad, ese escudo con patas? Cuando el diario más seguido por los madridistas ha disparado sus cañones contra Calderón destapando que en la asamblea del pasado diciembre fue un fraude; que sus muchachos introdujeron no sólo a los ultrassur para amedrentar a la oposición, sino también a socios no compromisarios y hasta tipejos que ni eran socios, para votar "sí" a todo lo que propusiera el presidente; que hasta un socio del Atlético se permitió el lujo de llamar caraduras a los socios compromisarios para luego levantar la cartulina blanca.

Cuando uno de los momentos más vergonzosos que ha vivido esta entidad, que convirtió al que ha sido el mejor club del siglo XX en el hazme reír de todo el mundo, se ha convertido en un pucherazo con tintes criminales ha sido expuesto con toda su crudeza, con pruebas irrefutables. Cuando esto, junto a las declaraciones de la secretaria Bermudez -pruebas incluídas- en las que hablaba de cómo se hinchaban las comisiones, y junto con las investigaciones de Abellán en la COPE de venta de entradas bajo mano, de uso de la tarjeta del club para vivir como un pachá, demuestran que Calderón y sus secuaces están dejando el Madrid como un solar...

¿Dónde está ese Capitán admirado e idolatrado? Ese, que dice darlo todo por este club. Con una crisis institucional gravísima, nunca vista en Europa; con el club en manos de unos granujas a cuyo lado Al Capone es Guzman el Bueno. ¿Por qué no habla en nombre de esa entidad, el Real Madrid Club de Fútbol, que tantos dicen que representa? ¿Acaso no tiene nada que decir?



¿No será que en esta vida los favores hay que pagarlos? Ese trato a patadas a Robinho hasta que dejó sitio libre en la delantera; esa pasividad a la hora de ir a por Villa, rival por un puesto muy difícil de batir; ese sueldazo de seis millones anuales, locura que ningún equipo pagaría, ni de lejos, por sus servicios y, sobre todo, ese contrato de por vida a gusto del señorito. ¿Será que no le importa tanto el Madrid como tantos nos quieren hacer creer? ¿Será que, en realidad, su único equipo es el Raúl Madrid? El Madrid está en caída libre. La falta de pudor rayana en el delito se enseñorea por los pasillos del antaño club señorial, ejemplo a seguir por todos los equipos del mundo hasta ese acíago día en el que, Ramón Calderón ,accedió a la presidencia llevando al propio club que quería presidir ante los tribunales por un sistema electoral que a le había parecido magnífico siendo juntero de Florentino.

Pero él ya lleva quinientos partidos. Él está a punto de batir el número de goles anotados por Don Alfredo. Él ocupa el puesto que más le gusta mientras quién fue capaz de anotar casi un tanto por partido la pasada temporada. Él hace lo que le da la gana en el terreno de juego. Él ha conseguido situar en el banquillo a un conocido con el que comparte agente. Él puede dormir tranquilo -y oxigenado- sabiendo que nadie romperá ese equipo hecho a su gusto, a su imagen y a su persona.

Si algo marcha bien, ¿para qué cambiarlo?


martes, enero 13, 2009

WANTED

Jobesllanos, un amable seguidor de este humilde bolg me llama a publicitar esta campaña y yo, siempre tan atento, acudo presto.


Lo del logo debe ser un pollo descabezado, aunque no lo parece con esa cosa tan rara que le sale en vez de una de las patas. No tiene importancia; el Baúl tampoco parece un futbolista.

lunes, enero 12, 2009

¿De espuela? ¿De tacón?

De un tiempo a esta parte, la afición del Madrid -famélica de cracks al ver cómo los Messi o los Agüero van a parar o crecen en equipos rivales- se ha encontrado con el suyo: Arjen Robben. Tras lo acontecido ayer en Mallorca, ha descubierto que tiene dos. Bueno, más que haberlo descubiero se lo han recordado. Porque el motivo de que Baúl siempre salga en el once titular y amenace con estar ahí hasta que el hijo mayor de Rafael Van Der Vaart debute en el Bernabéu con elástica blanca, es que es todo un crack a la altura de Cristiano Ronaldo, Ibrahimovich (...¿o ese es el expresidente del Chelsea?... bueno, del delantero del Inter) o de los mencionados Messi y el Kun. ¿Que hoy no está presente en la gala para elegir el mejor jugador según la FIFA? Los de fuera, que nos tienen envidia.

Esto es así según la prensa:


En efecto, Robben firmó un buen partido, como ante el Villarreal. Anotó el primer gol en un cotraataque y llevó el peso ofensivo del equipo, sobre todo en la primera mitad. Podemos considerarle un "crack", desde luego. Ahora, ¿qué hizo el Pollo loco durante el partido para merecer el honor de ser elevado a la altura de Robben, con el que la prensa madridista está que se derrite? Pues jugó su partido número 500, lo que es digno de elogio: no hay equipo en el mundo que tenga a un mediocre como este de titular tal cantidad de encuentros. Ahora ¡a por el récord de longevidad de la momia de Tutankhamon! No hay nada imposible para el Gran, el Eterno Capitán.

Por si fuera poco, fue un golazo. "De espuela", como dice en portada el Marca; o de tacón, si lo prefieren, como dice en el interior. A lo Baúl, claro, es decir, empujando a puerta vacía. Pero no dejemos que la realidad nos estropé una buena noticia. La jugada fue mérito de Higuaín, que dejó atrás a tres contrarios y llegó casi a línea de meta para meter un balón raso que el el portero fue incapaz de atajar. El gol debe estar por youtube, así que quién quera puede comprobar la veracidad de esta afirmación: por una ley física básica relacionada con la velocidad y la trayectoria, el balón, al contactar con el Pollo que irrumpía desde atrás, con toda la defensa vendida por la jugada del argentino, hubiera entrado rebotando en el otro cuerpo que se cruzaba en su trayectoria. Quiso la casualidad que el Baúl de los Recuerdos atacara el balón de una forma estrambótica, trastabillando de una manera que acabó girando como un trompo, y con lo que chocó el balón fue con su tacón. Un remate totalmente antiestético si lo comparamos con el que marcó frente al Sporting Rafael pero, nuevamente, no dejemos que la realidad nos estropeé una buena noticia.

Y aparte de esto, ¿qué hizo el Pollo? Pues a lo que nos tiene acostumbrados. El que nunca se rinde, el que siempre lucha, el que nos aburrió hasta el hastío quejándose de que le hacían jugar muy lejos del área, se tiró la mayor parte del encuentro dando la brasa por el centro del campo mientras el segundo goleador mundial, Huntelaar, miraba desde el banquillo (suponemos que boquiabierto). Higuaín y Robben llegaron a las inmediaciones del área hasta en tres ocasiones durante el primer tiempo para encontrarse que estaban sólos, que no había delantero centro para acompañarles y/o rematar una posible asistencia, porque el que teóricamente debía estar se encontraba en el centro del campo.

Aparte, el Pollo protagonizó jugadas tan encomiables como estas: Sneijder mete un gran pase en profundidad para que con una simple carrera se encuentre sólo ante el portero; Baúl, dandonos la razón a todos los que denunciamos su decrepitud, es incapaz de alcanzar el esférico; Baúl recibe un pase claro de Robben sólo en el área. Sólo tiene que pararla y se encontraría sin oposición entre él y el portero, listo para rematar con la diestra y fusilarlo; en vez de eso, al intentar pisarla falla estrepitosamente, tanto que el balón apenas varía su trayectoria y acaba en saque de banda. Baúl... bueno, para qué seguir.

Afortunadamente, Juande parece tener claras cuáles son las prioridades. ¿Hubiera llegado Huntelaar a ese pase de Sneijder? ¿Habría controlado ese pase de Robben? Seguro que sí, sobre todo esto último porque ese pase raso lo para cualquiera. Pero no se trata de que el Madrid marque goles, se trata de que el Pollo acumule partidos. Y si mientras tanto marca, pues mira, eso que nos encontramos.

domingo, enero 11, 2009

San Raúl de Todos los Madriles



Si nadie lo remedia, hoy Baúl cumplirá quinientos partidos de Liga. Es una auténtica barbaridad; si encima hubiera jugado la mayoría a un nivel aceptable, ya sería la repera. Porque el problema es ese, que a base de repetirnos la cantinela del número de partidos nos hemos acabado creyendo que el acumular minutos es algo importante, y no lo es en absoluto. Por ejemplo, ¿quién se acuerda de los postes de las porterías del Bernabéu? Porque esas sí que se han tirado minutos ahí. Pero hace mucho que, ante el declive del Mito, los periodistas adictos han exaltado el minutaje del Pollo Pelón. Los partidos, los minutos, los años que lleva vistiendo la elástica madridista son motivo de gozo y alegría para nuestros periolistos que no dudan en hacernos partícipes de ella. La realidad es que por no ser, los récords de permanencia del Pollo no son ni noticia. La noticia es cuando no sale titular en algún partido.

Con motivo de tan gloriosa ocasión, los del AS le dedican toda la portada y una entrevista en el interior. Empecemos con la portada: Baúl y la Champions. Bien, muy bonito. No es la primera vez que un jugador posa con ese trofeo, lo curioso es que por lo general se cumple la norma de que el trofeo sea el trofeo, es decir, que aparezca con todo su tamaño y esplendor en manos del jugador o -si se es supersticioso y no se quiere tocar- a sus pies o a su lado, mientras posa sobre el césped del estadio también siguiendo esa regla no escrita de posado-con-copa. Pero Baúl nos muestra el trofeo en pequeñito. Digo yo que será esa réplica que le dan a los jugadores. De ser así, más no se puede decir con menos: no nos muestra "la" Champions, sino "su" Champions. Y aunque sea alguna imitación que le han servido los chicos de Relaño, se consigue otro efecto también curioso: que la Copa no le quite protagonismo. Así, en chiquito, hay que mirar dos veces para verla. Ahora, el careto de Baúl se hace inmenso, omnipotente. Justo como si estuviéramos en el vestuario, donde no sería de extrañar que hubiera pósteres del Mito por todos lados fijando su mirada en tí, como el Gran Hermano de Orwell.

...ni nosotros tampoco.

Pasando al interior, la entrevista no ofrece ninguna sorpresa. Más de lo mismo. Pero podemos sacar las siguientes conclusiones:

Baúl desdeña lo de los 500 partidos y dice que lo importante es la victoria ante el Mallorca, cosa que está muy bien. Ahí se nota que al gachí le preocupa el equipo, que vive por y para el club. Además, a cualquier madridista con dos dedos de frente le importa un carajo el número de partidos del Baúl, de Casillas, de Drenthe o de cualquier otro. Pero claro, esto sólo lo dice al final, cuando se ha aburrido de hablar de sus catorce años, 500 partidos y seis ligas. Habría quedado mejor si hubiera dicho eso tras la primera pregunta, pero entonces no sería el Baúl quién estuviera hablando.

La frase lapidaria que no puede faltar: "me queda hambre y cuerda para rato". Aviso para navegantes que quieran posar su pandero en el banquillo madridista. Juande ya ha captado el mensaje. De hecho, se lo habrían dejado bien claro el propio Baúl y su (de ambos) representante en las cenas que tuvieron previas a la decapitación de Schuster. Mañana el debate se centra, tal y como refleja Marca en su portada, en quién acompañará al Baúl en su apoteosis número 500. ¿Huntelaar o Higuaín? El holandés sólo ha jugado un encuentro y ya está claro que no le va a disputar el puesto al Baúl de los Recuerdos.

Referencia al vestuario, pero ¡ojo a como la hace Tomás Guasch!: "Se han escrito muchas leyendas urbanas sobre su dominio del vestuario". El propio periodista ya facilita la respuesta al dejar caer que el dominio del Cáncer sobre sus compañeros es una "leyenda urbana". La verdad es que de leyenda urbana no tiene nada. Medios como El Mundo, El País o La Razón hablan ya sin tapujos de cómo el Pollo hace y deshace a su antojo en el vestuario. Si hubiera sustituido "leyendas urbanas" por "mentiras", "bolos", "chascarrillos", el sentido de la pregunta no habría variado ni un ápice. Pese a todo, pese a que se la ponen como a Fernando VII, Baúl se va por los cerros de Úbeda y empieza a divagar sobre los grandes compañeros que ha tenido. ¿Acaso no quiere negar esa "leyenda urbana" no vaya a ser que alguno en el vestuario se crea que es así, que su dominio no existe? Eso sí, los "futbolistas grandiosos " que le ayudaron a madurar ya no están en activo. ¿Y Zidane? ¿Y Figo? ¿Y Ronaldo? ¿Esos no le ayudaron a madurar? ¿De esos no se acuerda?

lunes, enero 05, 2009

¡Ya tenemos ganador!

Bueno, dejad de enviarnos fotos por lo del concurso de ayer que ya tenemos bastantes. Creemos que unas diez mil denuncias por intento de fraude y propósito de adulterar un concurso público son suficientes. Y aunque no fuera así, el caso es que tenemos la foto que más se asemeja a la del concurso que, por cierto, era esta:


El agraciado ha sido Abdul-Baúl Roncero, que nos ha enviado la siguiente instantánea del Mito legendario:


¡Muy bien, Abdul-Baúl! La pose es clavada, pero se nota que no es el Pollo, sino un fotomontaje. Pese a la pericia de la que has hecho gala, nuestros avanzados sistemas informáticos han sido capaces de detectarlo. No te lo esperabas ¿eh? La próxima vez que te quieras pasar de listo, piénsatelo; tendrás mucho tiempo de pensar mientras tus huesos se humedecen en una mazmorra los próximos años... ¡BWAH-HA-HA-HA!

Al resto de Yihadistas, no os preocupéis. Lo importante es participar. Y muy importante también es que no recojáis el jabón en las duchas de la cárcel cuando recaléis donde merecéis por vuestro intento de hacernos creer que el Pollo, que ha reconocido públicamente que el sólo la empuja, es capaz de chutar de esa manera.

No quisiéramos cerrar este concurso sin una mención de honor a la siguiente imagen:
Tenemos que reconocer que casi nos engaña. El sistema informático no pudo detectar la falsificación, pero ¡cometiste un error muy grave, Alberto Redaños (sí, ese era su nombre; pero salta a la vista que es un seudónimo de Manolo Lama)! : pusiste al Baúl mirando el esférico, y todo el mundo sabe que el Baúl no levanta la vista del suelo; eso es de jugadores vulgares.

Y eso es todo, amiguitos. Hemos asestado un tremendo golpe mortal a la Yihad Raulista de la que no va a recuperarse en mucho tiempo. En los próximos días cientos y cientos de Taliraulanes pasarán ante el juez para que dé buena cuenta de ellos con lo que esta peligrosa secta se verá muy debilitada. Añadir que estamos muy orgullosos de recibir la insignia de oro y diamantes del club, que sin duda nos será entregada dentro de unos pocos años, en cuanto el madridismo sea consciente de la importancia de lo que acabamos de realizar.

¿Huntelaar? Pues va a ser que tampoco

Ayer debutaron al alimón los dos fichajes realizados para reforzar el equipo con vistas a la Champions y de los que sólo uno podrá ser inscrito. Me encanta esta frase. La he leído unas cuatro veces antes de seguir porque me hace creer que estamos a 28 de diciembre, en la plenitud de las festividades navideñas -tan emotivas ellas- y no en su agonía final. A mí siempre la cabalgata de Reyes me ha recordado un cortejo funerario: se acabó lo bueno. Pero es que suena de coña: fichamos dos y sólo podemos jugar con uno. Es flipante.

Y va a ser Diarrá bis. Teniendo en cuenta que al Capitán Tan y los cuatro que le ríen las gracias en el vestuario -es decir, lo que Marca llama "la plantilla"- lo prefieren, y visto lo de ayer, el francés es la mejor opción. Claro que al bueno de Huntelaar, segundo jugador que más goles consiguió la pasada temporada en todo el mundo mundial según una estadística que he visto por ahí, tampoco es que se le viera mucho. Sí, acaba de salir de una lesión; eso lo sabe todo el mundo. Pero digo yo, si preguntas más allá de los Pirineos cuál es la posición de Huntelaar, ¿que te dirían? Pues delantero. ¿Y que tipo de delantero? Pues delantero centro. Y me temo que esa respuesta te la darían también en la Castellana. ¡Qué diantres!: te lo dirían en cualquier lugar del planeta excepto aquél en que se halla el banquillo del técnico merengue.

Porque resulta que ayer Huntelaar jugó como segundo delantero, es decir, una posición que no es la suya y en el día en que tenía que bautizarse como madridista ante toda la parroquia. Ahí es nada. ¿Y quién ocupó la posición que, según el común de los mortales, es la del holandes? Pues sí, muy bien. Otro perrito piloto para el caballero. Pero conste que era fácil. Estaría bueno que el siete de España estuviera por detrás del recién llegado y encima le cediera a él la parcela que ocupa el goleador del equipo. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Pese a todo, el nueve puro que ha resultado ser el Baúl acabó el primer tiempo con sólo dos intervenciones: un centro desde el medio campo del Villarreal que no pilló porque se resbaló en el área, sin jugador alguno que pudiera estorbarle para rematar,y un disparo a media vuelta aprovechando un fallo de Huntelaar que envió por encima del larguero. Queda otra, un centro medido de Sneijder que el Pollo clueco no fue capaz de alcanzar pese a extender la pata todo lo que su anatomía le permitió, pero me entra la risa cuando me acuerdo y quiero estar serio.

De esta guisa -¡a lo Zidane!- cazó Huntelaar un balón bombeado que le venía desde atrás y que cayó muerto a sus piés para continuar con él su carrera hasta la portería enemiga. El Bernabéu, anonadado, constató que se puede controlar un pase como ese y que lo normal no es que te de en la chepa o en el cogote cubierto por un cabello mugriento y graso porque no puedes dejar de correr.

Así que a Huntelaar le espera el mismo destino que a otros que han pasado antes que él como Owen, Baptista, Robinho y tantos. No, el tampoco nos va a librar del Pollo, señores. Y a poco que se descuide le van a intentar reconvertir en extremo para asistir a quién está más acabado que el twist y se cargan su carrera. Y mientras quién marcó casi un gol por partido la pasada campaña tenía que bregar en la banda, el héroe del madridismo irredento realizaba, en la posición de goleador del equipo, un atentado a ese deporte que inventaran los ingleses hace más de siglo y medio. Rondando de aquí a allá, acechando a cualquier balón que pudiera ratonear para aumentar su estadística, parasitando al resto del equipo para aprovecharse de su trabajo, Baúl volvió a demostrar la madera de la que está hecho. Gracias a Dios Robben marcó un golazo que ha ocupado portadas, porque de lo contrario tendríamos ríos de tinta hablando de lo bien que lo hizo "el que nunca se rinde". Lo único bueno de ayer es que me parece que los holandeses, al igual que hicieran estando Van Nistelrooy, están optando por puentear al Pollo Loco. Es decir, vérselas ellos con el rival e ignorar al Mito, siquiera para que no les estorbe. Asombroso el partido de Sneijder, que estuvo en todas partes aunque para los periodistas no corra, y de Robben, quién jamás busca a su capitán para jugar la pelota. Mira, al menos Baúl ha conseguido darle la tortilla a la situación que dibujaba la emigración de hace cuarenta años: ¡ahora son los del norte los que vienen a trabajar para nosotros!

Este blog sortea una pleisteision cuatro entre todos los que nos envíen una foto del Mito golpeando el balón con este estilo. Envia "tuloflipas" al 5555 con la susodicha y participa en el sorteo. El ganador podrá disfrutar de su premio en Alcalá Meco, a donde será enviado después de la pertinente denuncia por intentar falsificar este concurso mediante una imagen claramente manipulada por fotochop.

Como sucediera ante el Valencia, el Madrid acabó sufriendo apuros. Por lo visto es debido a la escasa preparación física. Me lo creo. Pero creo que algo tendrán que ver los cambios realizados por Juande. Diarra, cansado como un perro -aunque aquí el único que corre es el Baúl, no olvidemos eso- dejó su puesto a Van der Vaart. Naturalmente, esto quitó fuerza a nuestro centro del campo, pues el negro es mucho negro pese a que la señora de Rafael esté como Dios. Si la cosa hubiera quedado ahí, con el marido de Sylvie haciendo de Diarra, pues tampoco habría sido tan grave. El problema es que Rafa se situó de delantero centro, cayendo el Pollo hacia banda. Por lo visto, una vez que Huntelaar se había retirado el niño no tenía ganas de jugar ahí, que es donde tenía que haber estado desde el principio ya que no queda otra que aguantarle. Por supuesto, su rendimiento fue aún más nulo de lo que había sido.