Dicho esto me alegra ver que Raúl ha quedado como coletilla, por ejemplo si se habla de la garrapata (la garrapata austriaca no la garrapata chupóptera Raúl), se termina diciendo que Raúl no ha sido vacunado, no deja de ser información superflua cómo si nos dicen que no han vacunado a Geijo, pero miren, al menos no han aparecido con un cartón de Raúl y una garrapata pidiendo que le vacunen que no es poco.
Si aparecemos hoy por aqui es para dejar constancia del atraso de nuestra civilización debido a la estupidez raulista, en la antigüedad el pueblo en caso de que alguien cometiera un delito no se andaba por las ramas, se apresaba al primer sospechoso, se le exponía a las acusaciones de la masa y esta movida por la ira empezaba el castigo y las pedradas en la plaza pública.
Con el tiempo apareció el concepto de derecho y los juicios justos, así ya no bastaba si alguien robaba un pollo acusar sin pruebas al vecino que te caía mal del pueblo para dilapidarlo seguidamente, no, ahora se necesitaba algo más que las envidias o venganzas personales, se necesitaban pruebas.
Durante estos meses atrás el seleccionador nacional ha sido juzgado de forma soez y grosera por los medios baulistas, pero por mucho que la federación quisiera Luis tenía algo a su favor, las pruebas, un grupo de jugadores con futuro convocados por sus méritos, sin egos acaparadores e imbatidos desde la marcha del fantasma de Raúl, como se ve las pruebas de inocencia eran tan claras que el tribunal talibánraulista no tuvo más remedio que declarar la absolución de Aragonés.
Pero no estamos en la antigua Roma, estamos en la moderna España, y por tanto nos podemos permitir un juicio público cómo el que se hará a Luis este martes
No deja de ser aberrante lo que vamos a ver, una auténtica encerrona a modo de última venganza de los muyahidines, un debate que ya veremos sino acaba con Luis abandonando el plató televisivo debido al más que posible corto intelecto de según que energumenos, en fin permanezcan atentos a sus pantallas.