Capello, la última esperanza

"No va regalar el puesto a nadie. Todo el mundo se lo tiene que ganar"

Esto ha declarado Raúl tras su conversación con Fabio Capello con una media sonrisa que parecía sospechosa, como si estuviera pensando: "y se lo cree de veras". Parecía un niño travieso comentando la última bronca de un profesor pusilánime: "me ha dicho que no traiga ranas en la cartera ni tire bombas fétidas en clase, JUAS, JUAS, JUAS... se va a enterar éste". Por un oído le entra y por otro le sale.

Porque si el puesto hay que ganárselo, Raúl tendría problemas hasta para sentarse en el banquillo. Y él lo sabe mejor que nadie. Como sabe que el viento sopla a su favor. Aunque Capello traiga a su guardia pretoriana de la Juve, no podrá compensar el peso que los guardaespaldas de Raúl (Salgado, Helguera y demás) mantienen en el vestuario. Es más, me temo que a Cannavaro y Emerson le haga la misma prédica que a Robinho, al que cogio por banda recién llegado de Cadiz y le convenció para que modificase su estilo de juego para ser una nadería que no destacara mucho, y les atraiga al lado oscuro.

Y es que cuando éste echa piropos de quién todos esperábamos que le hiciera lo mismo que le hizo a Del Piero, mal pinta la cosa. No nos llevemos las manos a la cabeza si Capello acaba como Camacho y Michel sube a la primera plantilla, que con eso sí que le habría caído la lotería al Raulito.