La entrada de ayer empieza a dar sus efectos. Por fin alguien, de cuya neutralidad y objetividad sólo puede dudar el antimadridismo más cerril y traidor, se atreve a denunciar en un medio de difusión nacional como el aséptico diario AS lo que es una realidad innegable: que la plantilla del Real Madrid no está en condiciones de seguir la estela que marca el profeta Raúl. Ni Diarrá, ni Baptista, ni Robinho ni nadie están a la altura de lo que exige el indiscutible líder del madridismo. Dar puerta a todos los mencionados y a muchos más sólo sería la mitad de la solución del problema, porque la otra, encontrarles sustitutos capacitados, tiene difícil, por no decir imposible, solución. Y es que la dura realidad no es sólo que en la actual plantilla no haya jugadores capacitados para ser, cuanto menos, satélites de nuestro Astro Rey, sino que no existe sobre la faz de la tierra quién sea capaz de hacerlo.
En estos días se está hablando de planes. El "plan A" sería el fichaje de un galáctico, Cristiano Ronaldo, con lo que esto conllevaría: una vuelta al florentiniato, caracterizado por un presidencialismo tendente a actuar como dueño de los destinos del Madrid, usurpando el derecho natural que le corresponde al Líder y a su más cercanos, y la intromisión en el vestuario de elementos disrruptores que intentarían disputarle al dueño de la verdad su peso dentro de la plantilla. Es la eterna lucha entre la fe verdadera y el Becerro de Oro, representado en este caso por el portugués, que nunca puede conducir a nada bueno, porque al final el triunfo sería del raulismo pero para ello sería necesaria una guerra civil dentro del vestuario que perjudicaría al Madrid. Ahora que parece cercana la salida de ese cáncer que es Robinho -representante de esa ideología carca y caduca según la cual los títulos se ganan con jugadores que sepan regatear y hacer cosas raras con el balón- sería una temeridad traer otros jugadores-estrella cuyo encaje en el fútbol paleolítico, auténtico, que representan Raúl y sus fieles como Salgado es poco menos que imposible. Además, según nos cuentan fuentes bien informadas, a Ronaldo jamás se le ha visto dar palmas en el terreno de juego.
El "plan B" consistiría en descartar el fichaje de uno muy caro por el de varios. Villa, Benzema y otros son los nombres que se barajan. ¿Para qué? ¿Cuál de ellos sería capaz de servir siquiera de escudero para el Paladín del Madridismo? Señores, la Patrulla X es necesaria porque los poderes de cada uno de sus componentes no destacan sobre los de los demás, y por ello tienen que complementarse. Pero Superman actúa sólo excepto aquellas contadas ocasiones que echa una mano a la Liga de la Justicia. Así, por ejemplo, mientras Villa sigue de vacaciones el Capitán Eterno trota y trota por las praderas alpinas batiendo récords día tras día. ¿Está Villa a la altura de Raúl? Ni de coña. Ademas, juegan en la misma posición. Su fichaje sería bueno sólo para él, quién al buen sueldo que se embolsaría habría de añadir la experiencia única que supondría aprender del Insustituible. Sin embargo, es posible que la codicia le impidiera valorar en su justa medida el honor que supone recibir lecciones en el banquillo y llegara a osar disputarle la titularidad, con los problemas que eso supondría en el vestuario.
Tomás Roncero, conocido por su sagacidad para analizar sin pasión ni partidismo todo lo que afecta al Real Madrid, exige hoy a los que ante la opinión pública aparecen como encargados del mismo -esto es, presidente, entrenador, secretario deportivo y demás cargos que están por debajo del Capitán- que se desarrolle el que llama "Plan C", que se resume en lo siguiente: "¡clonen a Raúl!". Aunque a día de hoy es científicamente imposible, se hace necesario. Si la ciencia tampoco es capaz de ir al paso de nuestro capitán, que acelere el ritmo. Es posible que la Iglesia católica y otras instituciones se opongan. Allá ellos si quieren oponerse a los deseos del Gran Capitán, porque correrán el mismo fin que otros. El sueño de una alineación titular del Madrid compuesta por once raúles está a un paso de hacerse realidad. Roncero debe usar de toda su influencia para que nadie de al traste con este proyecto. Lo único que puede complementar a Raúl son otros diez Raúles.
En estos días se está hablando de planes. El "plan A" sería el fichaje de un galáctico, Cristiano Ronaldo, con lo que esto conllevaría: una vuelta al florentiniato, caracterizado por un presidencialismo tendente a actuar como dueño de los destinos del Madrid, usurpando el derecho natural que le corresponde al Líder y a su más cercanos, y la intromisión en el vestuario de elementos disrruptores que intentarían disputarle al dueño de la verdad su peso dentro de la plantilla. Es la eterna lucha entre la fe verdadera y el Becerro de Oro, representado en este caso por el portugués, que nunca puede conducir a nada bueno, porque al final el triunfo sería del raulismo pero para ello sería necesaria una guerra civil dentro del vestuario que perjudicaría al Madrid. Ahora que parece cercana la salida de ese cáncer que es Robinho -representante de esa ideología carca y caduca según la cual los títulos se ganan con jugadores que sepan regatear y hacer cosas raras con el balón- sería una temeridad traer otros jugadores-estrella cuyo encaje en el fútbol paleolítico, auténtico, que representan Raúl y sus fieles como Salgado es poco menos que imposible. Además, según nos cuentan fuentes bien informadas, a Ronaldo jamás se le ha visto dar palmas en el terreno de juego.
El "plan B" consistiría en descartar el fichaje de uno muy caro por el de varios. Villa, Benzema y otros son los nombres que se barajan. ¿Para qué? ¿Cuál de ellos sería capaz de servir siquiera de escudero para el Paladín del Madridismo? Señores, la Patrulla X es necesaria porque los poderes de cada uno de sus componentes no destacan sobre los de los demás, y por ello tienen que complementarse. Pero Superman actúa sólo excepto aquellas contadas ocasiones que echa una mano a la Liga de la Justicia. Así, por ejemplo, mientras Villa sigue de vacaciones el Capitán Eterno trota y trota por las praderas alpinas batiendo récords día tras día. ¿Está Villa a la altura de Raúl? Ni de coña. Ademas, juegan en la misma posición. Su fichaje sería bueno sólo para él, quién al buen sueldo que se embolsaría habría de añadir la experiencia única que supondría aprender del Insustituible. Sin embargo, es posible que la codicia le impidiera valorar en su justa medida el honor que supone recibir lecciones en el banquillo y llegara a osar disputarle la titularidad, con los problemas que eso supondría en el vestuario.
Tomás Roncero, conocido por su sagacidad para analizar sin pasión ni partidismo todo lo que afecta al Real Madrid, exige hoy a los que ante la opinión pública aparecen como encargados del mismo -esto es, presidente, entrenador, secretario deportivo y demás cargos que están por debajo del Capitán- que se desarrolle el que llama "Plan C", que se resume en lo siguiente: "¡clonen a Raúl!". Aunque a día de hoy es científicamente imposible, se hace necesario. Si la ciencia tampoco es capaz de ir al paso de nuestro capitán, que acelere el ritmo. Es posible que la Iglesia católica y otras instituciones se opongan. Allá ellos si quieren oponerse a los deseos del Gran Capitán, porque correrán el mismo fin que otros. El sueño de una alineación titular del Madrid compuesta por once raúles está a un paso de hacerse realidad. Roncero debe usar de toda su influencia para que nadie de al traste con este proyecto. Lo único que puede complementar a Raúl son otros diez Raúles.
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