domingo, noviembre 23, 2008

Lo que no puede ser, no puede ser.

El señor Calderón, presidente (todavía) del Real Madrid ha recurrido a una original estrategia para salvar al club del pozo sin fondo en el que su ineptitud lo está hundiendo: pagar 120.000 euros a cada jugador si se ganan los cinco próximos encuentros. Pues bien, ni aún poniéndole la zanahoria al burro se consigue que este avance. Baúl cuajó ayer otro lamentable partido que provocaba vergüenza ajena. Lo que no puede ser, no puede ser... y, además, es imposible. Afortunadamente para él, el hecho de que los miembros de su religión hayan perdido cualquier atisbo de la misma hace unas cinco o seis temporadas, evitó que su sustitución fuera acompañada de una estruendosa pitada. Sin embargo, incluso éstos deberían haberle puesto música de viento al desplazamiento del Pollo desde el terreno de juego hasta el banquillo. Vale que el Baúl sea un Mito, pero resulta que también es el capitán.

Porque resulta que eso de pagar primas para ganar, por ejemplo, al Recreativo, penúltimo de la clasificación, no es propio del Real Madrid. Al aficionado le molesta bastante y a los propios jugadores se les debía haber caído la cara de vergüenza cuando en medio de la comida de confraternización Ramón Calderón les hizo esa propuesta. Hombre, no le vamos a pedir a Drenthe que alce la voz, pero digo yo que el capitán, quién además es el símbolo eterno del madridismo, el reducto donde se guardan todas las esencias de más de cien años de historia, sí que podría haberle dicho algo al presidente. Pues no.

El siguiente paso para embolsarse esos 120.000 euros per cápita es derrotar al Bate Churririoskov o de dónde sea. Como sucedió ante el Recreativo se volverá a demostrar que el dinero no sólo no da la felicidad, sino que tampoco devuelve la vida a los muertos. Aunque si se usa bien, podría curar el cáncer. Esos 20 millones que supone en total la prima de Calderón podrían invertirse en darles a Malulo, Gucci y, por supuesto, al Capitán, el finiquito. Eso sí que sería una inversión bien rentabilizada. Con gusto lo pagaba yo de mi bolsillo si dispusiera de tal capital.

Pero claro, todo es relativo. Si hace unos años nos cuentan que el Madrid iba a recibir una superprima por ganarle en el Bernabéu al Recre y a domicilio al Bate de Churrioristikov, nos hubiéramos llevado las manos a la cabeza. No obstante, hay que ver de qué Madrid estamos hablando. Si nos llegan a decir que íbamos a tener como delantero permanente a lo que es el Baúl a día de hoy, tampoco nos lo hubiéramos creído. Y ahí lo tenemos. Tras ver lo acontecido ayer en el otrora glorioso estadio, la prima para asegurar que alguien nos pueda liquidar en octavos de Champions es una buena medida aunque nuestro rival sea un equipo del que jamás hemos oído hablar y del que, tras el partido, jamás volveremos a oír. Sobre todo porque lo único que tenemos que pueda etiquetarse como jugador de fútbol, es decir, Sneijder, acabó el partido tocado, al igual que Higuaín, único delantero de primera división que nos queda.

¿El Pollo? Ah, no, ese bien. ¿Cómo no va a estarlo si corre menos riesgo de lesionarse que yo, que veía el partido tumbado en el sofá de mi casa? Ayer me tiré gran parte del mismo tratando de deducir quién le estaba marcando, porque creo que Alcaraz ni se molestó en ponerle marca. La acción más destacada fue cuando tras desviar el guardameta del Recre un balón, que acabó a los pies de un madridista, apareció el pollo pidiendo la pelota, estorbándole y al finla quedándose con ella. Todo eso en boca de gol, al lado del poste, dando así oportunidad a la descolocada defensa para volver a ubicarse en condiciones.

Total, que siendo el único delantero disponible es más que probable que marque ante el Bate de Rasputinov. Y dado que estos son incluso peores que el Recre, es posible que ganemos y nos clasifiquemos. Total, otro gol del Mito en Champions, otro "match ball" salvado por "el que siempre vuelve" y bla, bla, bla. Portada del AS, portada del Marca y portada de la Hoja Parroquial por la prueba irrefutable de que lo de Lázaro sí sucedió, los muertos vuelven.

Lo que no está tan claro es que jueguen al fútbol.

3 comentarios:

Logsemán dijo...

Estaría bien que hicieras un post con un repaso de los delanteros que han pasado por el Madrid durante la época de Mito de Raúl, con un breve comentario sobre sus trayectorias posteriores a su (inevitable) marcha.

Nos ayudaría a poner en perspectiva las habilidades de Raúl.

El Rojis dijo...

Logsemán, creo que ya publicaron una entrada hace unos meses acerca del tema.

La web del diario As reza: "Raúl mete al Madrid en octavos de final".

Raúl ha conseguido no sólo que no me alegre de los goles de mi equipo, sino que me lleguen a enfurecer. Es la cosa más antiestética que ha pisado un campo de fútbol... De Guti mejor ni hablamos. Yo creo que no ha habido ningún jugador en la historia que, después de pasarse diez años siendo suplente, empiece a ser titular a los treinta. Un verdadero fracasado, el niñato.

Pero ya se sabe... en el Madrid manda quien manda. Con esto de que ahora Ramos juega de central tal vez haya sitio para el amigo Salgado en el equipo.

¿Por qué Van der Vaart es suplente de gente así? ¿Por qué el Real Madrid es un club gobernado de arriba a abajo por anormales? ¿Qué equipo nos meará en la boca en octavos de final?

Buitre_Buitaker dijo...

Hombre, por aquí siempre se ha hablado de esos jugadores a los que el MITO ha impedido cuajar en el equipo. El último, claro está, Robinho, que se sale en el Manchester-City.

Pero eso de un dossier estaría curioso. No obstante, hace falta mucha documentación y yo soy muy vago para estas cosas. Pero revisar lo que fue Baptista en el Sevilla y lo que pasó a ser en el Madrid, cómo la efectividad de Owen no le valió ganarse el puesto, o como cuando el mejor jugador del mundial de Corea y Japón recogió el Balón de Oro el público coreó "Baúl, Baúl, Baúl", es algo absolutamente necesario.