¿Lo véis?

Pese a haberle endosado una manita a los jerezanos, gracias a la cual el Madrid consigue el liderato al superar en uno el total de goles que lleva el far$elona, el partido de ayer fue un verdadero fiasco. No dejéis que el árbol, ni siquiera cinco árboles, os impidan ver el bosque. No jugamos a nada. ¿Cómo es posible, se preguntará alguno, si hemos cambiado a todo el equipo? Pues quizás sea porque el PROBLEMA, con mayúsculas, persiste. Va llegando la hora de que los bauleros más intransigentes empiecen a caerse de la burra y se den cuenta de lo que hay. Señores, que si no somos capaces de jugar como un equipo desde hace años no puede ser culpa de Baptista, Owen, Robben o Sneijder, ni siquiera de Gravessen o Pablo García, que no.

Lo único que mejora a este equipo el jugador más caro de la Historia es su capacidad individual para romper los partidos. Ayer perforó la portería contraria a los cincuenta segundos a lo "Juan Palomo": pilla el balón, arranca hacia los tres palos desde la banda, recorre la frontal del área esquivando a los del Xerez -y al Baúl, que se interpuso como un puto obstáculo delante suya- y dispara a la base del palo, a donde pastan las vacas. Si no llega a ser por esta genialidad, el partido hubiera desembocado en algo parecido a lo que hemos aguantado estos cuatro años: un Madrid jugando a menos velocidad que un caracol tetrapléjico, un contrario pequeñín que se acaba creciendo hasta alcanzar el tamaño de un paquidermo, y una sufrida victoria o incluso un susto de cagarse. Porque los del Xerez se lo creyeron, vaya que sí. A falta de veinte minutos el Madrid no había resuelto el partido. Sólo cuando Cristiano marcó el segundo los visitantes dieron por perdida la causa. Entonces sí, entonces el equipo mejoró y cayeron los otros tres.

¿Que le sucedió al Madrid? Pues que nos vendieron la moto de que se iba a jugar al primer toque y raro era el madridista que no daba tres o cuatro pataditas al balón antes de pasarla, con lo que todo era muy previsible. Eso es lo básico. Si avanzas cual glaciar, da igual el sistema. Pero éste también se las trae. El Real Madrid juega con un 4-2-4, es decir, con cuatro delanteros. Personalmente pienso que es una locura, y ayer vi cuánta razón tenía. No es que no haya pasado en otros partidos, pero ante el Xerez sucedió durante todo el encuentro, con lo que se nos privó de esos veinte minutos en los que, mal que bien, la apabullante calidad de los jugadores hace posible que ese sistema funcione, y cubre la mierda que es los restantes setenta. Así que vimos toda la mierda. Dicho de otro modo, un equipo con cuatro delanteros se parte. Dos centrocampistas son insuficientes en el fútbol actual para manejar el encuentro, y los cuatro delanteros no van a estar viniendo a ayudar en defensa y subiendo a atacar todo el partido porque no son máquinas (bueno, tenemos a "aironmán", pero ya iremos con lo suyo). Si uno de esos dos solitarios centrocampistas es Alonso, pues mira, la cosa se disimula. Ahora, como pongas a Gago date por muerto.

Vamos a lo que vamos. Este esquema es una mierda. Si el Xerez hubiera tenido fe en sí mismo nos hace un roto; si en vez del Xerez nos la hubiéramos visto con un equipo mejor, nos pone mirando para Albacete; si llega a ser un cuartofinalista de Champions, nos hubiera puesto el culo como la bandera de Japón. ¿No se da cuenta de esto Pellegrini? Pues supongo que sí. Pero también supongo que se dará cuenta de otra cosa. Tenemos cuatro delanteros: Kaká, Cristiano, Benzema y el Baúl. Si quieres meter un centrocampista más, tienes que quitar a uno. Vale. ¿A quién quitas? Pues a Kaká no, que mueve al equipo. A Cristiano no, que nos salva los partidos. ¿A Benzema? Tampoco, porque tiene gol. Y a todos se les puede aplicar el siguiente criterio: no fichas a golpe de talonario tíos de calidad contrastada para tenerles en el banquillo. Así que sólo te queda quitar al Baúl.

Señores, si jugamos con un sistema del pleistoceno, suicida incluso en la época en que el Real Madrid ganaba la Sexta, es para dar cabida a un jugador cuyo estilo de juego es antediluviano. El Madrid no puede jugar con un 4-3-3. ¿Qué coño hace Baúl ahí arriba? ¿Quedarse en el centro para no estorbar y empujarla? Y eso a cambio de sentar a Benzema, que tendría narices. Bueno, y a Higuaín, pero visto el patio a este no lo tengo ni en cuenta. Sobre el francés, es significativo que ayer no se le viera el pelo... hasta que el Baúl dejó su puesto para que entrara un centrocampista más. Entonces sí. Y cuando jugamos con Guti -que está para eso, para los últimos minutos- y Granero, y pusimos ahí arriba a Ruud, es decir, a un delantero centro que le sirviera de referente, entonces tuvimos francés para dar y regalar. Lástima que el holandés se lesionara al marcar su gol (mismos tantos que el Pollo en sólo veinte minutos en Liga, queridos baulistas amigos de los récords), porque con Benzema se entiende a la perfección.

Pues así estamos. Primero, el misterio del esquema de Pellegrini, que igual le chifla, pero a poco que se entienda algo de fútbol -del de ahora, no del de la época de la "doble uve-eme"- cualquiera ve que es una majadería, pero necesaria para mantener la majadería que es el tener, por cojones, que alinear al Capitán Cáncer (quién ayer, con el portero batido, disparó al muñeco fallando lo infallable). Y segundo, que no podemos pedir peras al olmo ni a un delantero francés que juegue en banda para que ÉL la empuje. El que tenga ojos que vea. Los baulistas, además, que los abran: que con un delantero como Ruud, el rendimiento del gabachúa sube como el paro en Zetaspaña. Si el próximo partido les dieran siquiera medio tiempo, iba a temblar Roma. Sin embargo, gracias a la proverbial fortuna del Pollo, nos quedamos sin Van Gol hasta dentro de un buen puñado de partidos. Hay que joderse. Menos mal que aún nos queda Negredo... ah, no, que lo hemos vendido al Sevilla. Claro, es que no iba a jugar.

Anda que con esta plantilla que nos han montado vamos a ganar mucho, seguro que sí. Ahora bien, ayer Aironmán igualó el récord de partidos de Sanchís, que son el tipo de logros para los que está el Madrid. Europa se tiene que estar descojonando de nosotros.