Kapó

Kapó: De Kamerad Polizei, ¿Que era un Kapó judio? Eran deportados con ciertos privilegios y ventajas que les permitían comer mejor, vestir mejor, sentir menos frío, trabajar menos que la masa de cadáveres ambulantes, y sobre todo, lo más tremendo, lo que siempre ha intentado ocultarse, elegir quiénes iban a formar parte de los comandos de trabajo forzado en el exterior del campo y quiénes iban a morir la mañana siguiente, fusilados o ahorcados por los nazis.

El kapo era una figura muy particular en aquel dantesco mundo. Era también un deportado, un condenado, un preso, un judío, pero que en su inmensa desgracia existencial se hacía la ilusión de que aceptando hacer algunas tareas de capataz a las ordenes de los oficiales nazis del campo, se libraría de la cámara de gas.

Visto esto, conviene ver un parrafo especialmente impactante de una novela, por lo demás cruda a más no poder. Es un momento en que el ex-kapo recuerda, por boca del narrador omnisciente, cómo abusaba de las reclusas, o las espiaba antes de que las asesinaran:

Él también miraba, ¿por qué no?, aunque sabía, igual que lo sabían los SS, que todas estarían muertas al cabo de diez minutos; pero ¿cómo privarse de mirar un cuerpo soberbio, arqueado inconsciente hacia un perchero, después de los esqueletos que veía días tras día?

Habló el Kapó particular de la cruzada antibaulista, el traidor a esta cruzada que apoyó su llegada a ese vestuario, Bern pantalones bajados Schuster:

"Es un tema que no se debe hacer, cuando mandas a Raúl a calentar no es lo mismo que mandar a Drenthe. Si haces estas cosas creo que es un desprecio a él, en mi opinión", expresó el alemán al programa 'El Tirachinas' de la Cope, que recoge.

"A un tipo como a Raúl no le puedes hacer estas cosas".

"A otros jugadores quizá, pero con Raúl es un tema mucho más delicado y creo que no es bonito, porque se siente un poco así. Si yo fuera él me sentiría un poco despreciado", aclaró el teutón.

"Bastante es estar en el banquillo, no ser titular, que es complicado para él, normal y esto todavía le da un golpe más. Es un poco delicado, hay que cuidar mucho estos detalles", consideró anoche Schuster después de que Raúl volviera a no ser titular y jugar apenas 20 minutos ante el Olympique.

El que antes de entrenar al Madrid proclamaba que había que echar al bulto no del Madrid sino del fútbol, no hace falta traicionar nada más.