Ayer el Madrid ganó en su feudo a una Real sociedad que tiene serias aspiraciones de vegetar la próxima temporada en segunda B. Aún así, el Madrid no se adelantó hasta bien entrada la segunda parte gracias a un lanzamiento de falta directa de Reyes, sin duda el mejor del partido, y a un postrero gol de Beckham que anotó en el descuento al culminar una jugada de contraataque de cuatro contra uno... el portero realista. Es decir, ninguno de Raúl. Pero eso ya no es noticia. La noticia se esperaba para la hora de comienzo del partido, en la que algunos ingenuos todavía confiábamos en que Raúl no saliera de titular indiscutible. Nuestro gozo en un pozo: ahí estaba el Capitán trueno con su melena con mechas hondeando al viento. Partido horroroso, cómo no. Las jugadas más espectaculares fueron su remate de cabeza frente a la portería, que se desvió por unos escasos siete metros a la derecha de la portería de Riesgo; entorpecer a Van Nistelrooy cuando iba a recibir un pase al hueco de Robinho y las carreras. Las jodidas carreras y la velocidad de un potro desbocado, al que también le asemejaba su acierto y su juicio a la hora de jugar. Ayer Raúl fue una parodia de todas las cosas negativas que se han dicho de él hasta el punto de que propongo al resto de los Templarios que estamos llevando a cabo esta cruzada que sea conservada para exhibírsela a los prisioneros fundamentalistas que caigan en nuestras redes. ¡Qué pesadilla, por Dios! A mí Raúl me recuerda a las películas mudas de humor de Charlot o Buster Keaton por esa forma de moverse tan revolucionada y loca, pero más dramático.
Pero, obviamente, que Capello pusiera al Pollo Descabezado en el once titular supuso todo un triunfo de la doctrina raulista. A nadie extraña que El Corán rauliano haya editado una nueva fawtua en la que desglosa las maravillas del eterno titular. "Raúl dió la razón a Capello", reza la epístola. Mira tú, Capello que, según éstos, ni tiene ni idea de qué es el Madridismo, ni un sistema de juego vistoso, ni un esquema que pueda triunfar en el Bernabéu y encima usa el doble pivote, tan denostado por estos periodistas tan listos, acerta de pleno cuando defiende a Raúl y le pone en el once inicial. ¿Y por qué no va a estar Capello equivocado también en esto? Madre mía, la que nos ha caído con los periodistas "madridistas". Puestos a elegir opiniones impresas con las que me identifique, prefiero esta de un madridista de pro -excepto para Juan Mullah Rodríguez- como Alfonso Ussia en La Razón: "El que resiste, gana, y el mediocre futbolista -no lo era hace cinco años- me está retirando del fútbol. Me ha retirado. Que cobre hasta 2010 el inmoral contrato que firmó con Lorenzo Sanz, y aquí paz y después gloria. Pero no le perdono que me haya quitado la afición. Estoy derrotado. Que me expliquen las causas de mi derrota. Estoy seguro de que no son deportivas.". Pues sí, a muchos nos gustaría saber las causas reales de la eterna titularidad de Raúl, seguro que nos llevamos alguna sorpresa. Ahora, como dependamos de algunos periodistas mejor esperamos a conocer el misterio de la Santísima Trinidad, que seguro se desvela antes.
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